CÓRDOBA: SE EXPORTA UN CONTENEDOR DE MANÍ CADA 20 MINUTOS

Desde Córdoba se envían 600 mil toneladas por año a más de 100 países, por unos U$S 1000 millones · Europa lidera la demanda · Cuáles son las claves de la “década ganada” del maní, que este año sufrió dos golpes: la sequía y el reciente achique en los reintegros a la exportación.

Sentado a la vera de la ruta nacional 158, un habitante de General Deheza o de General Cabrera (200 kilómetros al sur de la Capital) que espera el ómnibus para ir hacia Villa María o hacia Río Cuarto seguramente verá pasar uno o dos contenedores cargados de maní rumbo al puerto, antes de que llegue su transporte.

La escena parece exagerada, pero no lo es: en los últimos seis años, según datos de la Cámara Argentina de Maní, se exportó desde Córdoba un promedio de 600 mil toneladas, a razón de 50 mil por mes o 1.700 por día. El grano sale almacenado en 20 big bags (bolsas grandes) de 1,25 toneladas por contenedor, es decir, 25 toneladas por cada uno.

La calculadora hace el resto: desde estas poblaciones salen 24 mil camiones al año, que significan casi 66 por día, a razón de uno cada 22 minutos.

En el sur de Córdoba se produce el 90 por ciento del maní del país (también se cultivan hectáreas en La Pampa, en San Luis y en Buenos Aires), y está casi la totalidad de las empresas que lo industrializan. La cadena manisera puede darle envidia hasta a Lionel Messi: posicionó a Argentina como la campeona mundial de las exportaciones de este producto.

Alrededor del 40 por ciento se envía como “maní confitería” (con piel), a un valor cercano a los 1.500 dólares la tonelada; y el resto, “blancheado” (sin piel), a 1.700 dólares. La multiplicación da como resultado casi mil millones de dólares por año, una cifra que el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, destacó días atrás durante una visita a Córdoba: son dos tercios de los 1.500 millones de dólares que exportaron todos los frigoríficos argentinos en 2017.

Este potencial se vio golpeado en las últimas horas por la reducción de reintegros a la exportación que impuso el Gobierno y que a esta cadena le restará ingresos por alrededor de 400 millones de pesos este año.

· DERRAME REGIONAL

El maní es considerado una economía regional y es la segunda que más dólares ha traído en la última década, sólo superada por la cadena vitivinícola cuyana, según un informe de la Fundación Mediterránea.

En Córdoba hay dos aduanas: una en la capital provincial y otra en General Deheza; esta última es la que más dólares genera.

Una visita que realizó La Voz a dos plantas (Aceitera General Deheza y Gastaldi Hnos.) y a un laboratorio de calidad (SGS) permite confirmar rápidamente el derrame que este pequeño grano tiene en toda la región.

Un ejemplo: como el principal cliente es Europa, los requerimientos de calidad e inocuidad que demanda ese mercado son altos y llevaron a que se instalaran cuatro laboratorios (SGS, JLA, Trust Control y Xpert). Sólo este rubro emplea a más de 400 personas y está movilizando inversiones: dos de estos laboratorios tienen en marcha proyectos por cerca de un millón de dólares en el parque industrial de General Deheza.

En total, desde la Cámara del Maní, estiman que la cadena emplea unas 12 mil personas de manera directa e indirecta, lo que equivale a toda la ciudad de General Cabrera.

Otro punto sobresaliente es la tecnología que se utiliza en la industrialización: el proceso de limpieza y selección de los granos –desde que entran a la planta dentro de la cáscara hasta que salen pelados– es automatizado.

Una de las máquinas realmente sorprende: tiene un escáner capaz de analizar las características de tamaño, color, forma y textura de cinco mil granos por segundo.

Los que detecta con algún problema los rechaza con un “disparo” de aire comprimido: puede expulsar hasta mil granos en un segundo.

Para conocer las claves de esta escala de desarrollo, La Voz se reunió con cuatro ejecutivos del sector: el presidente de la Cámara y representante de AGD, Javier Martinetto; el director de Gastaldi y titular de la Bolsa de Cereales, Luis Macario; el responsable de comercio exterior de Maniagro, Diego Bracco, y el jefe del departamento maní de Cotagro, Elvio Cerutti.

· INTEGRACIÓN VERTICAL

Todos coinciden en que la integración vertical –las mismas empresas que industrializan y exportan son las que producen en campos propios o alquilados– es un factor que los distingue sobre otras cadenas y a nivel mundial.

“Es lo que nos permite tener todos los procesos estandarizados y controlados, y nos da un plus de preferencia para que Europa nos prefiera antes que al maní de Estados Unidos, donde es imposible seguir la trazabilidad del grano”, indica Bracco.

También puntualiza el valor de que haya sido un fenómeno impulsado por productores que “se transformaron en industriales y que siguieron siendo productores”. Y la visión que tuvieron quienes apostaron a esta industria en los albores de la década de 1970. “Si fuera por condiciones agronómicas, uno no hubiera elegido Córdoba, sino Salta”, resume Martinetto.

Para Cerutti, no debe soslayarse además que el maní se vio beneficiado por el boom de los granos que vivió la Argentina a partir de 2002, que incrementó el uso de agroquímicos y fertilizantes, lo que mejoró la productividad de los suelos y potenció este cultivo.

¿Cuál es el próximo paso para que este no sea un “techo” para la cadena? “Queremos avanzar en más investigación para lograr otro salto de productividad y poder tener una mayor industrialización de maní como producto terminado, para consumo humano. El proceso es incipiente, la mayoría lo está iniciando. Ojalá suceda como cuando empezó el ‘blancheado’, que fue de a poco, pero luego se generalizó”, explica Macario. (Fuente: La Voz del Interior)

24 de Agosto (Valor Local)